3/18/2013


TRUJILLO.- Violento amanecer tuvieron ayer los vecinos del sector Las Palmeras, en La Esperanza. Resulta que dos personas fueron asesinadas en las polvorientas calles de esa alejada zona de Trujillo. Aunque los crímenes se produjeron, al parecer, en horas distintas, sorprende la similitud de detalles entre un caso y el otro, por ello la Policía no descarta que ambos hechos estén relacionados.

El primero se produjo a las 3:30 am. Es poco lo que se sabe al respecto, sólo que, a dicha hora de la madrugada, un joven de unos 30 años, de nombre Ricardo Javier Villafranco Espinoza (20), salió corriendo de una fiesta perseguido de cerca por unos individuos que buscaban matarlo. Estos empuñaban armas de fuego y jalaban del gatillo cada tanto, apuntando siempre a su víctima.

La feroz persecución terminó a las pocas cuadras. El desafortunado muchacho acabó tendido sobre la arena, ya muerto. Fuentes oficiales precisaron después que en total fueron tres disparos los que acabaron con su vida. Los restos fueron internados en la morgue.
ALBAÑIL ASESINADO
Juan José Salaverry Cipirán (42) es el nombre de la segunda persona asesinada ayer en las siempre peligrosas calles de La Esperanza. Tal como ocurrió con el primero, a Sipirán lo mataron también luego de una trifulca en una fiesta, aunque en su caso fue solo un disparo el que cegó sus días.

No se sabe aún la hora exacta en que murió este infortunado padre de familia, dedicado a la albañilería, puesto que los testigos han optado por guardar silencio y no involucrarse. Lo único cierto, por el momento, es que los vecinos de 'El Hueco', apartado lugar en Las Palmeras, encontraron su cuerpo, ya inerte, a las 7:10 a.m.

Tal como hemos mencionado ya, sorprende la similitud entre un caso y el otro, al punto que este detalle despierta las sospechas de que guarden relación.

Y es que Salaverry también estuvo en una fiesta hasta antes de ser asesinado. Por causas que aún son materia de investigación, el albañil habría sostenido una acalorada discusión con algún peligroso delincuente de la zona. Este último, impulsado no sólo por lo violento de su carácter, sino también por las incontrolables cantidades de cerveza que de seguro había ingerido, decidió ponerle fin al problema del único modo que conocen los del hampa: a balazos.

SENTIDO ADIÓS
En el caso de Salaverry, la persecución duró unas cuadras más. El desesperado hombre de la construcción corrió cuanto pudo por las oscuras calles de Las Palmeras, pero al final no pudo burlar a la muerte. Sucede que una de las balas se le incrustó en la espalda y le atravesó el cuerpo hasta salírsele por el pecho.

Tras ejecutar al albañil, el desalmado criminal y sus compinches huyeron amparándose en la escasa iluminación del sector.

En tanto, Salaverry quedó agonizante, frente a una precaria vivienda de adobe. De recibir las primeras atenciones médicas, quizá hubiese podido salvarse, pero nadie acudió en su auxilio.

El cuerpo permaneció ahí hasta las 7:10 a.m., cuando por fin los moradores reportaron el hallazgo a la Policía.

A la escena llegó después uno de sus hijos, con quien vivía en la manzana 9, lote 23, del cuarto sector de Wichansao, no muy lejos de donde se produjo el asesinato.

El muchacho, acongojado por lo que veía, refirió que su padre había salido de casa el sábado para irse a trabajar.

Es más, las prendas de Salaverry lucían ciertamente manchadas, como si hubiese estado en alguna obra de construcción. Se cree que, tras cobrar su jornada, decidió entrar en la fiesta para celebrar. Claro, lo hizo sin saber que ahí conocería a su verdugo, al hombre que no dudaría en dispararle y causarle la muerte.

0 comentarios:

Publicar un comentario

CALENDARIO QATAR 2022

CALENDARIO QATAR 2022
Todos los partidos en horario de Perú

LO MÁS VISTO

ARCHIVO

CONTACTO

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *