Encuentran muerto a joven intervenido por serenos

TRUJILLO.- La mañana del 24 de febrero, a las 11:30 a.m. los vecinos de la urbanización Santa María vieron vivo por última vez a Michael Servando Mines Espinoza, de 33 años. El muchacho era subido por la fuerza a una camioneta de Seguridad Ciudadana.

Desde entonces, nadie volvió a saber de él… hasta ayer en la tarde. A eso de las 5:30 p.m., su padre, Luis Alfredo Mines Sánchez, recibió la llamada que confirmaba el hallazgo de su hijo, o lo que quedaba de él. Los restos de su muchacho habían sido encontrados en un alejado paraje entre Moche y Laredo, una zona inaccesible conocida como la Quemazón, más allá del Barrio Chino.

En efecto, fue en ese lugar agreste donde un agricultor encontró el cadáver de Michael Servando. Tras escuchar la amarga noticia, Mines Sánchez se enrumbó de inmediato para allá, y al llegar y ver el cuerpo, se limitó a confirmar que se trataba de él.

“Sí, es mi hijo –expresó con suma tristeza, desapareció esa mañana y hoy por fin lo hemos encontrado… pero muerto”.

El cadáver de Michael estaba en avanzado estado de descomposición, lo que hace suponer que falleció el mismo 24 de febrero, es decir, horas después que los vecinos lo vieran subiendo a la camioneta en cuestión.

Según refirió Mines Sánchez, los agentes de Serenazgo, acompañados de un efectivo de la PNP, intervinieron al joven en la esquina de las avenidas Gonzáles Parada con América Sur.

“Varias personas presenciaron la escena. (Michael) estaba en trusa y lo llevaron hacia la quinta etapa de la urbanización Santa María, por el Patio de Llaves, cerca ya de la carretera Industrial. Por ahí hay cañaverales”, sostuvo.

Asimismo, refirió que hace exactamente siete días recibió una llamada anónima. El hombre al otro lado de la línea (que al parecer es miembro también a Seguridad Ciudadana) le comentó que el chofer de la móvil que había intervenido a Michael llegó a su base y, con tono nervioso, le comentó a uno de sus compañeros que “al policía se la había pasado la mano”.

“No sé quién es la persona que llamó, pero el hecho es que también me contó que a mi hijo lo habían ido a botar por unos cañaverales. Es mucha coincidencia que el hallazgo se haya producido justamente aquí, por donde casi no viene nadie, en medio de estos campos de caña”, acotó.

Para Mines Sánchez es obvio lo que ha pasado. “Aquí ha habido abuso de autoridad, a las personas que intervinieron a mi hijo, y en especial al PNP, se les ha pasado la mano. Lo han golpeado y han ido a abandonar su cadáver lejos”, añadió.

Los restos de Michael Servando Mines Espinoza fueron llevados luego a la morgue de Ascope. Su familia, en especial su padre, quien desde aquella mañana de febrero se enfrascó en una búsqueda implacable, lloran sin consuelo el fatal desenlace de la amarga historia que les ha tocado vivir.

Ahora, Mines ha prometido que su búsqueda será la de la verdad, y no descansará hasta que los responsables paguen por lo que ha hecho.

“Mi hijo puede haber cometido errores, sí, pero no era para que le hagan ese daño. Él no era malo. Aquí hay varios implicados y todos van a tener que asumir su culpa en esto”, sentenció, al tiempo de invocar a las autoridades a actuar con mucho tino al momento de investigar los hechos.