Asesinan a delincuente en penal

LIMA.- Luis Alberto Abanto Aguirre (25), uno de los más peligrosos extorsionadores de Paiján, fue asesinado ayer de dos balazo en el penal de máxima seguridad de Piedras Gordas, Lima. El homicida resultó ser nada menos que su paisano Miguel Aponte Vigo, cabecilla de ‘Los Aponte’, banda que causó zozobra en todo el valle Chicama con sus homicidios y robos.

El cruel asesinato de Abanto, conocido en los bajos fondos con el alias de ‘Ñañán’, se produjo en medio de una feroz pelea en las celdas de dicho centro penitenciario. Según informaron fuentes al interior de la cárcel, Aponte le habría disparado a ‘Ñañán’ en venganza porque este mató a tres de sus parientes, en medio de la cruenta guerra de bandas por el cobro de cupos en Paiján y localidades aledañas.

Los proyectiles le penetraron en la cabeza del delincuente exactamente en la región temporal izquierda, es decir, cerca de la sien.

Todos los esfuerzos que hizo personal del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) por salvar la vida del interno fueron en vano: tras llevarlo en un vehículo de la institución al hospital de Puente Piedra, los médicos se limitaron a certificar su deceso.

Enterado del suceso, se apersonó hasta Piedras Gordas el presidente ejecutivo del Inpe, José Luis Pérez Guadalupe, quien dispuso la inmediata destitución del director, luego de comprobar, tras una rápida requisa, que en las celdas de algunos reclusos había licor y droga.

El cuerpo de Abanto Aguirre fue llevado posteriormente a la morgue de Lima, donde se espera que hoy lleguen sus parientes.

Los archivos policiales registran la temprana actividad delictiva de Abanto Aguirre. De acuerdo con fuentes policiales, en julio del 2008, cuando contaba con apenas 21 años, “Ñañán” formó parte del grupo de 170 delincuentes para quienes el Segundo Penal Liquidador de la Provincia de Ascope ordenó su captura y reingreso al penal (ya había estado en El Milagro), a pedido del jefe del Medio Libre del Inpe, Carmelo Vásquez Ávila, “por no haber cumplido con asistir a controlarse mensualmente y pasar por sus terapias psicológicas”.

Reingresado a El Milagro, el Inpe dispuso el traslado de Abanto Aguirre a Piedras Gordas debido a las constantes peleas que ocurrían en el penal trujillano entre integrantes de bandas criminales que se disputan el negocio de las extorsiones y los cupos.

En Piedras Gordas, se encontró cara a cara con Aponte Vigo. Este último sujeto se la tenía jurada a Ñañán, debido a que le había matado a tres de los suyos. Por eso, la venganza era solo cuestión de tiempo.

ASESINO PAGÓ POR ARMA

Miguel Aponte Vigo, el reo del Penal de Piedras Gordas que asesinó de dos balazos a Luis Alberto Abanto Aguirre, confesó haber conseguido el arma de fuego luego de pagar dinero a dos agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

El pago para obtener el arma, según el asesino, fue pactado en S/. 5300. Dos semanas después se le proporcionó el revólver calibre 38. Su víctima perdió la vida mientras veía televisión.

Por este caso el INPE dispuso la separación del director del penal e inició una investigación para esclarecer más detalles del crimen.