Asesinan a dirigente sindical

LA LIBERTAD.- El presunto asesino del dirigente sindical de construcción civil Wilfredo Román Goyoneche Barahona (34), muerto a balazos la noche del domingo último en el distrito de Chao, aún sigue libre a pesar de que la víctima, antes de morir, lo sindicó como el que le disparó.

El sicario fue identificado como Juan Gabriel García Vera, de 19 años de edad y cuyo alias es “cabezón”. Este sujeto fue señalado por la víctima en su lecho de muerte como la persona que le disparó los cuatro balazos que acabaron con su vida.

Sin embargo, a pesar de esta declaración, el supuesto criminal aún sigue en libertad. Incluso se supo que hoy por la mañana se presentó junto a su abogado a la Comisaría de Virú para ponerse a derecho, pero increíblemente los policías lo dejaron en libertad porque no había fiscal que tome su manifestación, por lo que fue citado horas más tarde.

LOS HECHOS

De acuerdo a la versión de testigos y a las primeras investigaciones, el crimen se produjo cerca de las 10 de la noche cuando Wilfredo Goyoneche, conocido en su zona como “Balán” por su parecido con el ex futbolista, salía de una pollería en Chao junto a otras dos personas.

En eso aparecieron tres sujetos, uno de ellos portando un revolver y sin decir palabra alguna le disparó por la espalda. En total fueron cuatro balazos, dos de ellos a la altura de los pulmones y las otras dos en los glúteos.

Inmediatamente fue trasladado al Hospital Belén donde a las pocas horas dejó de existir, no sin antes mencionar al “cabezón” como la persona que le disparó.

Los médicos que lo atendieron no se atrevieron a operarlo pues había perdido mucha sangre, además el occiso aun estaba con vida y decía que iba a luchar por su vida por sus 5 hijos que tenia, en especial por la menor que recién había cumplido un añito de vida.

Recién a las 4 de la madrugada los médicos deciden operarlo luego de colocarle 8 unidades de sangre, falleciendo a las 8 de la mañana.

Se supo también que unas tres horas antes de recibir los disparos, la víctima y el “cabezón” tuvieron una gresca donde el asesinó llevó la peor parte. Horas después se vengó, asesinándolo.