Asesinan a Sereno de 8 balazos

TRUJILLO.- Vaya que fue violento el fin de semana. Al deceso del mototaxista Jesús Palacios Elías (20) y de su colega Roberto Carpio Simón (34), acribillados el sábado en La Esperanza, se suma el de un sereno que, como ellos, murió a tiros, aquella misma noche, aunque en el Alto Trujillo.

Se trata de Omar Rodríguez Tomás, de 22 años, quien prestaba servicios en el poblado de Calamarca, Julcán.

Rodríguez, según sus parientes, vino a la ciudad a cobrar su sueldo. Estaría aquí solo un par de horas, pero como no le depositaron, tuvo que prolongar su estadía. Ahora está muerto. El asesinato de este muchacho tuvo como escenario una polvorienta calle del sector 6D.

Cuentan sus parientes que llegó el viernes por la tarde a la casa de Olinda, su hermana, con quien pasó sus últimos momentos.

Olinda explicó que el sábado, ya por la noche, el muchacho recibió una llamada, tras lo cual dijo que debía volver cuanto antes a Julcán.

“No me dijo quién había sido la persona que le llamó, solo me dijo que era alguien de su trabajo”, añadió la mujer

A eso de las 7:10 p.m., Rodríguez Tomás se despidió de su familia y salió de la casa rumbo al paradero de los colectivos. Su idea era abordar uno para ir a cualquier agencia que lo regrese a la sierra.

“Nos dijo que volvería el lunes para lo mismo, cobrar su sueldo”, comentó otro pariente del joven.

Sin embargo, no llegó a subir a salvo al carro. Por causas que aún son investigadas por la Policía, varias personas lo vieron corriendo de unos hombres armados.

Cuando por fin le dieron alcance, uno de los criminales descargó toda su furia con él. En total le metió ocho balazos, dos de los cuales le perforaron el cráneo y le causaron la muerte en el acto.

Rodríguez quedó tendido sobre la arena, a pocos metros de un rancho en el que pretendió ocultarse.

La noticia de su deceso llegó recién a la mañana siguiente a oídos de su hermana. Olinda llegó a la escena del crimen y protagonizó una desgarradora escena al ver el cadáver.

“Lo último que supe de él fue que se despidió de nosotros en la casa porque había recibido una llamada de su trabajo. No sabemos más, no sabemos tampoco quién puede haberle hecho esto”.

Al parecer Rodríguez tenía una vieja rencilla con el asesino, aunque, tal como hemos mencionado, el caso es todavía investigado por la PNP.