LIMA.- Edwin Cleiser
Fajardo Pittman, de 36 años, se entregó a la justicia. Él es uno de los
presuntos sicarios que integraban una red criminal encabezada por el presidente
regional de Áncash, César Álvarez Aguilar, y era requerido por el Tercer
Juzgado Penal Nacional de Lima.
El también
conocido con el alias de ‘Chelele’ llegó a la carceleta del Poder Judicial de
Chimbote acompañado de su abogado Luis Díaz Manrique.
A ‘Chelele’ se
le acusa de la presunta comisión de los delitos de asociación ilícita para
delinquir y homicidio calificado al estar implicado, según la Fiscalía
Especializada en Crimen Organizado, en el asesinato del ex consejero regional
de Áncash, Ezequiel Nolasco.
En breves
declaraciones a la prensa ‘Chelele’ dijo que era inocente y que no entendía por
qué lo involucraban.
“A través de los
medios de comunicación se enteró de que lo acusaban de la muerte del ex consejero
regional Ezequiel Nolasco y de otros atentados, por eso le recomendé que se
entregue”, refirió el letrado Díaz Manrique.
Aunque “Chelele”
aseguró ser un simple obrero de construcción, el colaborador eficaz con clave
S3004-2014 lo acusó de haber asesinado en abril del 2011 a Jorge Luis Boyascki
Paredes, uno de los más tenaces opositores de César Álvarez.
Según el
colaborador, Fajardo fue quien llamó al secretario general del Sindicato de
Construcción Civil de la Provincia del Santa, Víctor López Padilla, para
informarle sobre la ubicación de Boyascki.
“López Padilla
dio la orden y ‘Chelele’ la ejecutó secundado por una mujer apodada ‘La Gata’.
Juntos llevaron a su víctima hasta una zona conocida como el ‘Zanjón’, en
Chimbote, y lo mataron a balazos”, reveló una fuente policial.
En Lima,
personal de la Dirincri arrestó al suboficial PNP César Augusto Siguas
Gonzales, cuando se disponía a entregarse en la Sala Penal Nacional, adonde
llegó con su abogado.
Según se supo,
Siguas formaba parte del grupo de efectivos corruptos liderados por el mayor
PNP (r) José Luis Carmen Ramos, conocido como “El Maquiavelo” o “Vladimirito”,
que se entregó el último domingo.
“La función de
Siguas en la organización era la de eliminar evidencias y desviar las
investigaciones respecto a los crímenes ordenados por Álvarez. Algunos de sus
cómplices, en tono de broma, lo llamaban ‘el desinfectante’, porque limpiaba
todo”, informó un detective de la División de Homicidios.
Debido a sus
evidentes signos de riqueza, la Fiscalía Especializada en Crimen Organizado
investigará a Rubén Moreno Olivo, “Goro”, por el delito de lavado de activos.
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