Acusan a policía de maltrato

TRUJILLO.- Cristopher Narváez Ayay (16), estudiante del instituto preuniversitario Kepler y CEPUNT, Renato Flores Butrón (16) alumno del instituto de ingles El Cultural y Kevin Guzmán Vílchez (17), educando de la carrera de Administración de Empresas de la UPN denunciaron haber sido víctimas de un abuso policial, en la urbanización Santa Teresa de Ávila.

Los jóvenes acusan a un agente de la PNP, apellidado Holguín, de haberlos golpeado y disparado con su arma de reglamento. Aseguran que al momento del ataque el agente estaba borracho.

El incidente se produjo la noche del último viernes por inmediaciones de la calle Villarreal en la urbanización Santa Teresa de Ávila, a espaldas del cuartel de la 32 División de Infantería del Ejército.

“Salimos de mi casa para acompañar a tres amigas hasta la avenida América. Cuando regresábamos por la calle Pay Pay fuimos envestidos por un auto Yaris color blanco de matrícula C10 – 377, del que descendió el policía Holguín quien, vestido de civil, nos empezó a insultar y golpearnos sin razón”, afirmó Cristopher Narváez Ayay.

Ante la reacción del iracundo policía los estudiantes intentaron correr, pero Kevin Guzmán resbaló y cayó al suelo.

“Al verme tirado me pateó en las piernas, desenfundó su arma y me apuntó en el pecho”, afirmó Kevin.

Renato Flores acudió en defensa de su compañero y este momento fue aprovechado por el agente para patearlo.

“Luego disparó cuatro tiros que pasaron a centímetros de mi cuerpo”, narró.

No contento con esto el agente golpeó con la cacha del revólver en la cabeza de Cristopher Narváez, además de propinarle varios puñetazos en la cara, lo pateó en la pierna izquierda y amenazó con matarlo de un tiro en la cara.

“Este policía puso su arma de fuego a la altura de mis oídos y disparó varias veces. Luego apuntando a mi pie derecho jaló el gatillo. El proyectil pasó rozándome el pie”, argumentó Cristopher Narváez.

Este último joven asegura que conoce a este policía porque es su vecino.

“Todos los fines de semana se le ve borracho y no es la primera vez que realiza disparos. Todos los vecinos le temen por su violento modo de proceder cuando está mareado”, enfatizó Cristopher Narváez.

Las tres víctimas, junto a sus padres, han procedido a denunciar este abuso ante la Inspectoría de la Policía.