TRUJILLO.- Si bien es cierto nadie sabe cuándo morirá, hay quienes sí saben dónde lo harán. Una de esas personas es Jorge Luís Castillo Layza, de 42 años, un desalmado delincuente que solía operar en la modalidad de ‘marca’ y que ayer fue condenado a cadena perpetua, el máximo castigo que impone el Código Penal. En efecto, Castillo Layza no saldrá nunca más de la cárcel, se hará viejo en ese lugar, los años pasarán lentos para él, se sentirán más largos, y morirá ahí, en una oscura y fría celda.
El delito por el cual se le ha dado tan drástico y martirizante castigo a tan desalmado y cínico hombre es el haber matado de un balazo y sin piedad a un empresario para robarle el dinero que supuestamente había sacado de una agencia bancaria. Hablamos de Arturo Roldán Álvarez, asesinado el 1 de marzo pasado.
Castillo Layza escuchó la sentencia de boca de los magistrados del Juzgado Penal Colegiado de Trujillo, ayer a las 11:30 a.m. Castillo fue conducido a la sala de audiencias por personal policial. Estuvo solo durante la diligencia, su abogado no se presentó.
Parientes de la víctima contaron que el delincuente negó en audiencias anteriores su participación en el crimen, a pesar de que varios testigos lo vieron con un arma en la mano y disparando como loco para perpetrar el atraco.
“Yo no he sido, no estuve ahí”, dijo en su defensa. “Pero si nosotros te hemos visto, yo te he visto”, le respondió uno de los hermanos del finado, apuntándole con el dedo, seguro, con certeza.
Entonces Castillo, en el colmo del cinismo, argumentaba que no se acordaba porque “había estado borracho”.
Al final su gracia le costó caro. Negarse hasta el último, a pesar de las pruebas en su contra, hizo que los magistrados le impongan la cadena perpetua.
Además, deberá pagar una reparación civil de 20 mil soles a favor de los deudos de Arturo Roldán.
JUNTOS EN LA CARCEL
Cabe precisar que el pasado 25 de noviembre fueron condenados dos de los compinches de Castillo. A ellos, a José Carlos Chávez Horna, ‘Negrasho’, y Luís Eulogio Chávez Rubio, ‘Chispa’, les dieron 35 años de encierro por el mismo delito: el asesinato de Roldán.
Mientras tanto, la Policía continúa en la búsqueda de Daneli Mendoza Rubio, la mujer que tuvo la tarea de ‘marcar’ los movimientos del empresario en las instalaciones del BCP del Open Plaza, en Los Jardines.
Esta mujer es una ex alumna de la UPAO; dentro de la banda, ella era la encargada de seguir los movimientos de los empresarios en los bancos. Así lo demuestra el video de seguridad que el banco le proporcionó a la Policía tras el asesinato de Roldán.
En las imágenes se aprecia a Danelly haciendo de ‘pintera’. En el argot del hampa, ‘pinteras’ son las mujeres que están dentro de las instituciones bancarias captando a las víctimas. Cuando encuentran una, les avisan de inmediato a sus compinches en la calle. Estos últimos son quienes dan finalmente el golpe.
Por el momento Daneli Mendoza se encuentra prófuga, por lo que ayer el mismo juez que leyó la sentencia de Castillo dictó la orden de captura de la mujer a nivel nacional.
CRUEL EPISODIO
Al empresario Arturo Roldán Álvarez (39) lo asesinaron de un certero balazo el 1 de marzo. Fueron ocho sujetos los que atacaron a Roldán, entre quienes se encontraban Castillo, ‘Chispa’ y ‘Negrasho’. El hombre de negocios se encontraba frente a su vivienda, en la cuadra 6 de Leonardo Da Vinci, Santo Dominguito.
Antes estuvo con dos de sus hermanos en el BCP del Open Plaza. Uno de ellos había ido a esa institución bancaria para retirar 4 mil 280 dólares. Roldán solamente lo acompañó.
Ya con el dinero, los tres emprendieron el camino a casa, Allí les aguardaba el resto de la familia, en medio de una celebración. Era el cumpleaños de la hija menor del hombre de negocios.
Cuando llegaron a Da Vinci, se desató el infierno. Dos autos les cerraron el pase a balazos. Ocho delincuentes, con el dedo sobre el gatillo de sus armas, bajaron de estos vehículos a paso resuelto.
El objetivo de estos sujetos era apoderarse del dinero. Al verse rodeados, Roldán y sus hermanos intentaron frenar a los maleantes. A ellos se sumaron los demás parientes, aquellos que estaban en casa celebrando.
Se armó así una suerte de batalla campal entre los facinerosos y la familia del empresario. Y es allí, en medio de esa gresca, que uno de los ladrones, desesperado, le metió un disparo a Roldán en el lado derecho del cuerpo.
El balazo lo dejó malherido al agraviado, por lo que fue llevado al Lazarte de inmediato, donde murió horas después. Los delincuentes, por su parte, fugaron de la escena tras el disparo. Pensaron que se habían salido con la suya al llevarse el dinero. Lo pensaron, es cierto, pero pronto sabrían que estaban equivocados.
0 comentarios:
Publicar un comentario