Matan a dirigente vecinal de La Esperanza

TRUJILLO.- Valdemar Bobadilla Velásquez (56), el hombre encontrado muerto el jueves en un terreno baldío de El Milagro, fue un aguerrido dirigente vecinal de La Esperanza. Personas que lo conocieron aseguran incluso que es uno de los fundadores del asentamiento humano Alan García Pérez, situado en la parte baja de ese distrito. Hoy, su madre, Ormecinda Velásquez Díaz, de 75 años, no solo pide que atrapen a los hombres que lo asesinaron (porque para ella se ha tratado de un obvio crimen, que debe ser resuelto a la brevedad) sino también ayuda para ella, pues a su avanza edad, se ha quedado sola, sin otro pariente al cual acudir.

Cabe recordar que el cuerpo de Bobadilla fue hallado con evidentes signos de haber sido golpeado; además, tenía una herida sangrante en la pierna izquierda, hecha, según los primeros indicios con un objeto filudo. Tal parece que la punta de arma le alcanzó la femoral, por lo que murió desangrado.

La última vez que su madre lo vio vivo fue aquel jueves, por la mañana, unas cuantas horas antes de que lo encuentren.

“Salió de casa como a las siete de la mañana. Me dijo que ya regresaba, que no se iba a demorar. No puedo creer que ya no esté aquí”, dijo Ormecinda.

Bobadilla, al parecer, se dirigió a ver a unos amigos no muy lejos de su domicilio, porque a eso de las 11:30 a.m. fue visto por sus vecinos en una tienda de la cuadra 4 de la calle San Pablo, donde vivía.

“Estaba tranquilo, comprando en la bodega, después salió, y un par de horas más tarde, pasado el mediodía, lo encontraron muerto”, comentó uno de sus allegados.

MISTERIO

En efecto, no pasó mucho desde la última vez que lo vieron en su barrio hasta que los habitantes del sector El Trópico lo encontraron en ese alejado sector, ya sin signos vitales.

Aunque el caso es aún investigado por la Policía, las huellas encontradas en la escena indican que lo habrían asesinado.

La noticia llegó muchas horas después a oídos de Ormecinda, ya por la noche, cuando una amiga se lo contó.

Hoy, a sus 75 años, esta desamparada anciana no sabe cómo afrontará la vida. Valdemar era su único apoyo, con él salía por las noches a buscar en medio de la basura objetos que sean reciclables, los cuales vendía luego para poder subsistir. Ambos vivían en una precaria vivienda en La Esperanza.

Sus vecinos están haciendo una colecta para ayudarle a solventar los gastos del sepelio. De otro lado, se supo que Valdemar estaba sin trabajo desde hacía algunos años, debido a que cayó en el oscuro mundo de las drogas. Consumía esas sustancias desde que su esposa lo abandonó.