TRUJILLO.- Un nuevo crimen se registró en La Esperanza .La noche del sábado, un
joven de 19 años fue asesinado sin piedad de 7 balazos.
Según la familia, la última vez que vieron a Segundo Raúl Noriega
Miller fue en la tarde, cuando salió al encuentro de unos amigos
suyos, para ver por televisión el partido fútbol del Juan Aurich contra
Sporting Cristal.
“Él salió solo, dijo que estaría con sus amigos del barrio, que iría a
ver el partido entre el Cristal y el Aurich. Fue como a las dos de la tarde. Lo
siguiente que supimos de él es que lo llevaban al Hospital Regional, porque lo
habían baleado. Nos tomó la información de sorpresa”, dijo su madre, Rosa
Laura Miller Simón, de 40 años.
Segundo Raúl Noriega se habría encontrado con sus amigos y otros
sujetos en un local y, allí, todos habrían apostado por un equipo.
Al parecer, Raúl apostó por Cristal y, luego de que los celestes
perdieran por goleada, no habría querido pagar la apuesta. Entonces por eso lo
mataron. Esa es la información que maneja la familia.
“Era un muchacho tranquilo. Trabajaba vendiendo ollas, de puerta en
puerta. Los fines de semana, él salía con sus amigos y, como cualquier
muchacho, tomaba y se divertía sanamente. Nosotros no sabemos que haya tenido
nunca problemas con nadie. Llevaba una vida común y corriente”, afirmaron sus
familiares
Segundo Raúl Noriega estaba a bordo de una mototaxi celeste. No estaba
solo, lo acompañaba una muchacha, de quien solo se conoce su apelativo: “Majo”.
Se desconoce si ambos eran enamorados. Lo que sí se sabe es que,ambos
estaban estacionados en la cuadra 12 de la calle Artigas, parte alta de La
Esperanza, aparentemente conversando.
Cerca de las 10 y 30 de la noche, mientras Raúl y “Majo” estaban
en el interior del vehículo, otra mototaxi llegó. De ella bajó un muchacho,
quien lo llamó.
«“Chorri”, ven», le dijo el muchacho a Raúl.
Este último, bajó de su mototaxi y se encontró con el recién llegado.
Conversaron breves minutos. Después parecieron empezar a discutir. Luego bajó
otro sujeto de la mototaxi recién llegada, en el interior todavía quedaban más
sujetos. Después vinieron los disparos.
Fueron varios balazos. Al “Chorri” le cayeron siete, en el pie, las
piernas, el hombro y los pulmones. El ataque contra el joven de 19 años fue a
quemarropa, incluso dos balazos dejaron huella en el portón de un vecino del
lugar.
La chica lo vio todo. Ella corrió a buscar auxilio. Amigos del
“Chorri” llegaron en su ayuda. Los victimarios ya habían huido. Rápido, lo
subieron a un auto y lo trasladaron al Hospital Regional de Trujillo.
En el trayecto Segundo Noriega Miller falleció. Perdió el conocimiento
y luego el pulso y los signos vitales. Cuando ingresó al hospital, los
médicos solo tuvieron que declarar su muerte. Nada había que hacer.
La Policía y la Fiscalía sostienen que la víctima trabajaba como
mototaxista y que esa noche se encontraba con una muchacha en su vehículo de
trabajo. Esto va en contra de la versión familiar.
Otra información oficial importante es que Raúl Noriega había estado
internado en el Centro de Rehabilitación de Menores de Edad San José,
ex-Floresta, por el delito de hurto. Había salido libre en diciembre del año
pasado. Aunque no existen pruebas contundentes, el motivo del asesinato pudo
ser un ajuste de cuentas.
Los familiares, hechos un mar de lágrimas, informaron que Raúl
era viudo, pues su esposa falleció hace más de un año, mientras alumbraba a su
única hija.
“Raúl era padre y madre para su hija. Se quedó viudo muy joven y debió
salir adelante solo, con la ayuda nuestra. La criatura tiene un año y tres
meses”, dijo la madre de Raúl.
La familia exigió que se esclarezcan los hechos y sindicó a 3 sujetos,
quienes serían conocidos como “Marcos”, “Jefferson” y el “Cholo Juan”. Además
dijo que Raúl quería postular a la Policía el próximo año y que se estaba
preparando con todo empeño. El velorio se realiza en el sector Ramón Castilla, en la manzana 1,
lote 11, del asentamiento humano Manuel Seoane.
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