TRUJILLO.- Los 3 mil soles que cargaba un agente de seguridad en los bolsillos desataron la codicia de un grupo de criminales que lo atacó sin piedad para finalmente asesinarlo clavándole un desarmador en la cabeza.
El nombre de la víctima era George Dester Uceda Arteaga (26) y se trata de aquel joven hallado la madrugada del miércoles 17 de octubre en medio de una calle cercana al centro comercial Plaza Vea Chacarero.
Como lo informó Satélite, fueron los agentes de Radio Patrulla Este quienes lo encontraron inconsciente y sangrante de la cabeza en el cruce de la avenida La Mochica y el pasaje Los Girasoles, al dar las 3 a.m.
En un primer momento todos creyeron que la herida que presentaba en la cabeza era de una bala, pero la autopsia reveló que en realidad correspondía a un objeto tipo desarmador que se la habían clavado con total salvajismo.
Los días pasaron y el muchacho permaneció sin nombre en el mortuorio del nosocomio, hasta que el viernes 19 sus familiares lo encontraron y lo identificaron. Se trataba de George Uceda Arteaga quien deja un hijo de 5 años.
En entrevista con Satélite, Juana Arteaga Ávalos manifestó que su extinto hijo trabajaba hace 6 meses como seguridad de los camiones distribuidores de gaseosa Pepsi.
Agregó que la última vez que lo vieron fue el martes 16 de octubre a las 5:30 a.m., hora en la que como siempre salió a trabajar. “Ese día mi hijo llevaba cerca de 2 mil soles. Lo que pasa es que días antes, en una fiesta, tuvo problemas con algunas personas y se vio obligado a disparar al aire. La policía lo detuvo y retuvo el arma. Por eso, parte del dinero era para pagar a su abogado. Precisamente el abogado dice que a las 7 p.m., es decir luego de trabajar todo el día, llegó a su oficina y le entregó 100 soles. De allí mi hijo salió, pero no sabe a dónde”, relató Arteaga Ávalos.
Algunas versiones indican que el vigilante se dirigió a La Unión para tomar su vehículo y regresar a su casa de Menocucho, en Laredo, pero se encontró con unos amigos.
No se descarta que algunos de ellos lo hayan atacado al descubrir que llevaba una fuerte suma de dinero, pues además ese día recibió su pago.
Juana Arteaga informó que días antes de morir, George Uceda recibió algunas llamadas telefónicas amenazantes.
Las investigaciones de este misterioso crimen se siguen en la División de Investigación Criminal del complejo policial de San Andrés.
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