TRUJILLO.- Un vigilante que llegó para sepultar a su madre terminó muerto de ocho balazos. Cuando llegaba a su casa de la avenida Roma, un desalmado hombre le disparó ocho balazos delante de su esposa e hijo.
El escenario de este crimen fue la avenida Roma y Pedro Muñiz, en El Alambre, hasta donde llegó el vigilante Ronald Manuel Risco Pérez (33) luego de coordinar con su cuñado la confección de algunos arreglos florales que llevaría por el Día de la Madre a su progenitora fallecida hace 10 días de una penosa enfermedad.
El reloj marcaba las 3 a.m. y junto a su esposa Yuli Díaz y su único hijo de tres años empezaron a caminar rumbo a su vivienda.
De pronto se percataron que un hombre golpeaba a una mujer en plena calle. “Oye, a una mujer no se le golpea, no seas cobarde”, le increpó.
Estas palabras bastaron para que el matón voltee hacia él no sin antes desenfundar de su cintura un revólver. “ Tú no te metas, yo soy policía”, le gritó mientras apuntaba al inocente niño de tres añitos.
Temiendo lo peor, Risco Pérez se colocó delante de su pequeño hijo y recibió una ráfaga de disparos. Fueron en total ocho balazos los que le impactaron y lo hicieron desplomarse en la vereda.
Yuli y su hijo en brazos empezó a gritar. Entre tanto el homicida se alejaba de la escena apuntando a todos lados para que nadie se atreva a seguirlo.
Los aterrados familiares del vigilante lo llevaron al hospital Es Salud Víctor Lazarte Echegaray, pero cerca de las 9 a.m. murió.
“Hemos indagado la identidad de ese hombre. Se llama César Custodio Obando y estuvo bebiendo con un grupo de amigos en la esquina de Pedro Muñiz y jirón Quito. No es policía, sino que trabaja como vigilante de una empresa cervecera. La Policía ya tiene toda esta información y sólo esperamos que lo atrapen”, exigió Rocío Risco, hermana de la víctima.
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