TRUJILLO.- A balazos, cuando reían y brindaban al interior de un bar, cuatro amigos fueron asesinados por un grupo de encapuchados esta madrugada.
Dos de las jóvenes fallecieron antes de llegar a los hospitales, mientras los cadáveres de los otros dos, un adolescente de 16 años y un delincuente recién salido de prisión, quedaron abandonados a pocas cuadras de la escena del crimen.
MATANZA AL AMANECER
La matanza ocurrió cuando el reloj marcó las 3 a.m. A esta hora, ráfagas de disparos se escucharon al interior del conocido bar de la cuadra 16 de la prolongación César Vallejo, al costado de un night club, y a pocos metros del cruce con la avenida Federico Villarreal.
El feroz ataque había fue protagonizado por seis encapuchados que llegaron en un auto para atacar a los seis jóvenes que desde horas antes bebían cerveza.
De acuerdo a las primeras indagaciones policiales de los agentes de la comisaría de La Noria, uno de los criminales encañonó al vigilante del local dejando el pase libre a sus cómplices que estaban armados con revólveres y pistolas.
Sin piedad y con total ferocidad, los encapuchados dispararon a matar contra los seis amigos que recibieron impactos de bala en todo el cuerpo.
Perpetrado la venganza, los asesinos, sin dejar de cubrir sus rostros, salieron del bar y huyeron en el mismo auto.
Leo Liñan Zavaleta (23) fue llevado al hospital Es Salud Víctor Lazarte Echegaray, pero falleció cuando era operado. Igual suerte corrió Paul Edgar Gastañadui Julián (23) quien llegó cadáver al hospital Belén.
LOS ARROJARON A LA CALLE
Sin embargo, quienes ni siquiera llegaron al hospital fueron Peter Brayan Murillo (16) y Víctor Manuel Zavaleta Gómez (27). Sus cuerpos quedaron tirados en la calle San Luis, al costado del restaurante El Rancho, en la semirrústica El Bosque.
La Policía sospecha que sus amigos trataron de auxiliarlos, pero al ver que estaban muertos decidieron abandonarlos a pocas cuadras de la escena del crimen a fin de no comprometerse.
Ambos tenían varios impactos de bala en el pecho y la cabeza. El menor fue identificado gracias a una partida de nacimiento que portaba en el bolsillo, mientras a Zavaleta Gómez se le encontró su DNI.
Al descubrirse la identidad de este último, la policía confirmó que se trataba de un delincuente que estuvo preso en el penal El Milagro desde el 2006. El 2 de febrero de este año recobró su libertad al cumplir su condena por robo agravado. Por sus antecedentes, los investigadores no descartan que haya sido el principal objetivo de los homicidas.
ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE
La masacre además dejó dos heridos. Frank Eduardo Infantes Carrión (23) permanece grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Lazarte. Su amigo, Miller Alexander García Juárez (23) al haber recibido un balazo en el brazo, fue llevado a la comisaría de La Noria a fin de ayudar a esclarecer la matanza.
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