AGENCIAS.- Ahora son
ricos y populares pero muchos famosos tuvieron trabajos peculiares y poco
glamurosos antes de saltar al estrellato. ¡En su día, Eva Longoria, una de las
protagonistas de 'Mujeres desesperadas', trabajó en Wendy's! Desde que es
famosa, la actriz ha ido en múltiples ocasiones al antiguo restaurante de
comida rápida en el que trabajó e incluso se ofreció como voluntaria en el
'drive through' del restaurante con fines solidarios.
Para su primer
trabajo en "El Pollo", Loco Brad Pitt tuvo que disfrazarse de pollo para repartir
panfletos y atraer nuevos clientes al restaurante. El actor también fue chófer
de una limusina y llevaba a strippers. 'Mi trabajo consistía en llevarlas a
despedidas de soltero y cosas por el estilo', explicaba el actor. 'Las recogía
y en el evento recolectaba el dinero, ponía la música y recogía la ropa de las
chicas'.
Después de
abandonar los estudios a los 16 años, Demi Moore trabajó como cobradora de
deudas y después estuvo haciendo de modelo una temporada, lo que la ayudó a
despegar como actriz.
Antes de
conseguir un contrato discográfico, mientras componía canciones e intentaba
labrarse una carrera en el terreno musical de noche, Mariah Carey trabajó como
camarera y estudió cosmética.
Eva Mendes no
siempre ha llevado una vida tan glamurosa. Hace años trabajó en un Hot Dog on a
Stick (una cadena de restauración de perritos calientes) de un centro comercial
de Los Ángeles en el que ganaba poco más de tres euros la hora.
Después de
sacarse su título de esteticista, Whoopi Goldberg trabajó una temporada como
maquilladora de cadáveres. Y durante otra breve temporada ganó dinero trabajando
en una línea erótica. 'Cuando era joven se ganaba bastante dinero', comentaba
la actriz acerca de su trabajo en la línea erótica. 'Ahora la gente reconocería
mi voz'.
Mientras esperaba que su carrera despegara hacia la fama, Sylvester Stallone pagaba sus gastos con el dinero que sacaba limpiando las celdas de los leones del zoo del Central Park de Nueva York.
Mientras esperaba que su carrera despegara hacia la fama, Sylvester Stallone pagaba sus gastos con el dinero que sacaba limpiando las celdas de los leones del zoo del Central Park de Nueva York.
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