TRUJILLO - Por motivos que
aún son materia de investigación policial, dos hombres se quitaron la vida
ingiriendo un potente insecticida.
Una de las víctimas se llamaba José
Seminario Calderón (25), quien alquilaba una habitación en la calle Jhon Kennedy
(Trujillo).
Sus vecinos lo vieron ingresar a su
cuarto el último jueves a las 5:00 de la tarde. Notaron que tenía un semblante
sombrío.
En la soledad de su pensión tomó la
fatal decisión, pero luego de sentir los estragos del veneno cambió de opinión
y llamó a un amigo por su teléfono celular, y le pidió que lo salve.
El compañero llegó a su pensión, comenta
lo que ocurría a los dueños, quienes abren la puerta del cuarto y encuentran a
José Seminario en plena agonía. Lo llevan al Hospital Belén, donde resistió dos
horas y luego falleció.
Horas antes, ingresó al referido
nosocomio Rodolfo Retto Timaná (50), quien también en su vivienda, situada en
El Porvenir tomó un peligroso insecticida para matarse.
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