6/23/2011


TRUJILLO.- La ola de crímenes no tiene cuando acabar. Anoche un nuevo asesinato se produjo en la ciudad, teniendo como escenario de este hecho de sangre las calles de la urbanización La Noria.

Esta vez fue un taxista, identificado como Julio Erasmo Fernández Gonzáles (51), quien recibió seis impactos de bala en su cuerpo por parte de ocho sujetos que lo venían siguiendo en tres vehículos.

El crimen se produjo cerca de las 8:30 de la noche en la cuadra cuatro de la calle Sócrates. Aquí, en medio de la pista yacía tendido en un charco de sangre el cuerpo del taxista luego de ser emboscado por sus asesinos tras una persecución de varias cuadras.

Según las primeras investigaciones y por versión de testigos, la víctima manejaba su vehículo (un taxi con la farola de la empresa Talía y de placa BD 7156, color guinda), era perseguido por otros dos vehículos por la calle Platón.

Al llegar a la cuadra 3, abandonó su unidad y emprendió carrera por la calle Sócrates, pero fue interceptado por un tercer auto de donde bajaron tres sujetos armados y le dispararon seis tiros, dos de ellos en la cabeza que causaron su muerte de manera instantánea.

La víctima, quien vivía en la calle Pumacahua de la urbanización Rázuri, deja esposa en estado de gestación de mellizos y una pequeña hija de 14 años.

Su esposa, Pilar Campoverde Montoya y su hija protagonizaron desgarradoras escenas de dolor al ver el cuerpo inerte de su familiar, inclusive la mujer tuvo que ser contenida por sus familiares para no ver el cuerpo de su esposo. Al final se desmayó de la impresión siendo socorrida por sus amistades.

A un costado del cadáver se podía ver los casquillos de las balas disparadas por las armas de los delincuentes que una vez que cometieron su delito huyeron en los mismos vehículos que utilizaron para emboscar a su víctima.

Hasta el lugar del crimen llegaron efectivos policiales de la Comisaría de la Noria, peritos de criminalística para recoger evidencia dejada por los criminales, así como los representantes del Ministerio Público que ordenaron el levantamiento del cadáver para su traslado a la Morgue del Hospital Regional para la autopsia de ley.

Se supo que media hora antes del crimen, el taxista se comunicó con su esposa para indicarle que ya estaba por llegar a su casa, pero que antes iba a un restaurante a tomar un caldo de gallina. Minutos después se enteró de la trágica noticia.

La calle donde fue asesinado el taxista es una vía de tránsito regular, con varias bodegas y farmacias cuyos propietarios al escuchar los disparos atinaron a cerrar sus establecimientos comerciales para evitar cualquier daño por una bala perdida.

Por la forma como fue asesinado Julio Erasmo Fernández Gonzáles, la policía no descarta que sea por un ajuste de cuentas o venganza ya que los delincuentes no se llevaron el vehículo de su víctima, ni mucho menos sus objetos de valor. Al contrario, el objetivo era quitarle la vida como sea y donde sea.

“Es un típico ajuste de cuentas o en todo caso una venganza cuyos móviles vamos a investigar. Este crimen no es producto de un asalto ya que el carro y las pertenencias de valor de la víctima están intactas, los delincuentes llegaron para matarlo, lo que al final consiguieron”, alcanzó a decir un efectivo policial.

Se conoció, por versión de personas que conocieron al taxista, que éste solía frecuentar diversos lugares de diversión como La Rueda y Los Patos, donde habría tenido intercambio de palabras con delincuentes.

Quizás uno de ellos buscó venganza y decidió contratar sicarios para matarlo. La policía inició las investigaciones para dar con los criminales.

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