TRUJILLO.- Luego de disfrutar el Día de San Valentín con una cena en
Huanchaco, cuatro mujeres perdieron la vida cuando la minivan que las
transportaba a Trujillo, de placa A2E-319, se despistó en el kilómetro 557 de
la Vía de Evitamiento.
Una mala maniobra de la conductora habría sido la razón de que el
vehículo se descarrilara y diera varias vueltas de campana hasta quedar
destrozado. La conductora fue la única sobreviviente.
A las nueve de la noche de ayer, Patricia Díaz Alcántara, de 46 años,
administradora del Hotel Chicama, fue a buscar a sus cuatro amigas, Gloria
María Polo Contreras, Ángela Vásquez Valverde, Margarita Toribio Azanero y
Rosalía Benítez Narciso, para disfrutar junto con ellas lo que quedaba del Día
de la Amistad. Patricia, que manejaba la camioneta del hotel, recogió de sus
casas a cada una.
El destino para la distracción fue Huanchaco. Allí estuvieron desde su
partida hasta pasada la medianoche. A la una de la mañana, de retorno a
Trujillo, Patricia decidió tomar un atajo: la Vía de Evitamiento.
Los motivos del despiste son desconocidos para la Policía. No se sabe
si otro automóvil quiso adelantar a las mujeres, lo que podría haber forzado
una difícil maniobra, si la conductora había bebido licor o si fue la
casualidad el origen de la catástrofe.
Para cuando llegaron los agentes policiales, las cuatro pasajeras
estaban muertas. Solo Patricia mostraba signos de vida.
Margarita Toribio Azanero, de 53 años, era ama de casa. Sus hijos se
enteraron de su muerte cuando recibieron la llamada de la morgue. Jorge
Mantilla Toribio, uno de ellos, vino de inmediato de la sierra liberteña, donde
trabaja, para darle el último adiós a su madre. Desde que llegó a Trujillo ha
estado en el Hospital Regional Docente, a la espera de poder llevar a su ser
querido y darle cristiana sepultura.
Gloria María Polo Contreras tenía 38 años. Trabajaba en el Hotel
Chicama, encargada de la limpieza. Deja tres hijos, de 18, 16 y 9 años. Su
hermana, Ana, cuenta que era una mujer trabajadora, que no se reunía con nadie
y que estaba enteramente dedicada a su familia. Por eso le extrañó que haya
estado celebrando el 14 de Febrero.
Rosalía Benítez Narciso, de 53 años, se dedicaba a la venta de
abarrotes en un puesto que alquilaba en el mercado de la urbanización Santa
Teresa de Ávila. Era vecina de Patricia Díaz, Ángela Vásquez y Margarita
Toribio. Sus cuatro hijos la recuerdan con amor y lágrimas. Dos de ellos son
menores de edad, de 10 y 14 años.
La familia de Ángela Vásquez Valverde ha decidido no hablar. En su
casa, ubicada en la manzana Q, lote 35, sus seres queridos velarán su cuerpo
hasta mañana, cuando sea el entierro. (Satélite)
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