TRUJILLO.- La ciudad se sigue desangrando a manos de los sicarios. Esta mañana, la víctima fue el vigilante de un mercado de La Esperanza a quien acribillaron en la puerta de su casa delante de su hija de 13 años.
Este nuevo episodio de violencia se escribió a balazos en la vivienda de adobe y techo de eternit ubicado en el pasaje Caupolicán, en la parte alta, cerca del moderno complejo deportivo Manuel Seoane.
Eran apenas las 8 a.m. de hoy y dentro descansaba Álvaro Vicente Burgos Vargas, de 48 años, quien llegó cuatro antes luego de su ronda de rutina en el mercado Leoncio Prado donde trabajaba como vigilante desde hace 13 años.
Todo era tranquilidad hasta que alguien llamó a la puerta, su hija de 13 años salió para ver quién era y se encontró con tres muchachos, bastante jóvenes, casi menores de edad, quienes le pidieron que llame a su papá.
La inocente niña hizo lo que le ordenaron. Es así que Burgos Vargas se asomó a la calle para ver quién lo buscaba. Pero al hacerlo, uno de los sicarios le apuntó y le disparó tres tiros en el pecho, sin importarle que la escena era presenciada por la niña.
Con el “trabajo” cumplido, los tres criminales abordaron una motocicleta lineal y huyeron mientras las hijastras del herido vigilante lo llevaban de urgencia al hospital Regional a donde por desgracia llegó muerto.
Desconsolada y aferrada a las zapatillas de su padrastro, Diana Abanto Tantaléan dijo a Satélite que no sabe por qué lo asesinaron, sin embargo, contó que algo extraño sucedió ayer en horas de la madrugada cuando cumplía su ronda de vigilancia.
“Mi padre resguardaba el mercado, pero también las calles. Me contó que a las 3 y 30 de la madrugada, un grupo de delincuentes robaron en el mercado, él se escondió para que no lo descubran, pero logró verlos. No sé si por eso lo han matado, no lo sé”, dijo sin dejar de llorar.
Este asesinato se suma a la ola de crímenes que no cesa desde el inicio de este nuevo año.
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