TRUJILLO.- ¡Los crímenes siguen imparables en La Esperanza! Esta vez, un sicario que viajaba en motocicleta asesinó de seis balazos a un joven obrero y dejó gravemente herido a su primo. Ambos muchachos fueron atacados cuando regresaban a sus casas en el convulsionado sector Las Palmeras de Wichanzao.
El feroz ataque, que ocurre un día después del asesinato de dos choferes de colectivo, tuvo como escenario el sector Los Pinos, en la parte alta de La Esperanza, cerca de los postes de alta tensión ubicados a espaldas del local de la empresa de microbuses California.
El reloj marcaba las 7 p.m. cuando Percy Róyer Díaz Marín y su primo Junior Alvarado Huamán, de 20 y 19 años, se dirigían caminando a sus casas de la Mz. R1 del sector Las Palmeras.
Retornaban luego de un día de trabajo en el taller de fabricación de estructuras metálicas Ballena de El Milagro.
Percy y Junior conversaban amenamente cuando pasaron por la desolada y oscura zona.
Sorpresivamente apareció una motocicleta lineal color negro del cual bajó un sicario empuñando un arma de fuego.
El criminal se dirigió a los primos, tiró al suelo a Percy Róyer y le disparó seis balazos que le impactaron en el pecho, la cabeza y la muñeca.
Aterrado por lo que acababa de ver y a fin de no correr la misma suerte, su primo Junior Alvarado corrió, pero una ráfaga de disparos lo alcanzó por la espalda.
Los vecinos del lugar comunicaron lo sucedido a los agentes de Patrullaje Norte quienes llevaron a los dos primos al hospital Regional a donde Percy Róyer llegó muerto.
Junior Alvarado ingresó de emergencia a sala de operaciones y luego de seis horas los médicos lograron estabilizarlo no sin antes extraerle un riñón que fue severamente afectado. Su estado de salud aún es grave.
Antonio Díaz defendió la inocencia de su hijo y aseguró que lo victimaron por error.
Las investigaciones continúan para esclarecer este nuevo hecho de sangre, mientras los familiares de Junior Alvarado aguardan un milagro que le salve la vida.
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